
Llevabamos varios días calientes, con ganas de organizar una buena juerga, habíamos tonteado, y la gente que nos gustaba estaba allí de viajes de novios y no parecía que era el mejor plan para corrernos una noche loca.
No nos quedaba más remedio que acudir al mercado del sexo. Una noche visitamos un casa de citas, donde la especialidad es el "soapy massage", o "body massage", una chica te da un masaje con su cuerpo, buscando la excitación y culminar con un "happy ending".

Elegimos una chica y nos subimos con ella a su habitación, baño, colchoneta, espacio, todo listo para el masaje con espuma,... con mucha eficiencia fue bañando a Havanna, mimándola, me encantaba ver su cuerpo deslizándose por los muslos, las caderas, pecho contra pecho, bumbum contra bollo, arriba, abajo,... notaba la excitación de mi chica,...
Llegó mi turno, piel rozándose contra mi piel, puro masaje con codos, rodillas, manos, excitación, tetas contra pinga, culo contra culo, mil combinaciones posibles... Finalmente nos volvió a duchar y secar, con el mayor mimo que he recibido nunca.
Luego nos tumbó en la cama, y se dedicó a calentarnos, masturbándonos lentamente,... totalmente en sus expertas manos, que iban despertando nuestros deseos, inflamándonos, pocas veces oí a Havanna chillar tanto, un fist fucking que me dejó cachondo varios días, mientras yo la follaba a cuatro patas...
Salimos atontados, sorprendidos. Nosotros que siempre habíamos renegado del sexo de pago, habíamos tenido una experiencia de lo más agradable, que todavía nos marca una sonrisa al recordarlo, y que alegró el resto de noches con muchos recuerdos
Texto: UHL - Foto: Internet